SEMINARIO

CÓRDOBA ARQUEOLÓGICA

 

 

 

Actividades - Año 1999

 

Ildefonso Robledo Casanova

 

 

 

 

 

Por tierras de Baena

 

El día 8 de mayo nos desplazamos a Baena, para visitar el Museo Histórico Municipal de esta bella población, que había sido inaugurado en fechas recientes tras los trabajos de ordenación y montaje de los materiales llevada a cabo con indudable acierto por José Antonio de la Morena, profundo conocedor de los valores históricos y arqueológicos de la comarca donde se ubica el nuevo museo.

 

Museo de Baena

 

El edificio, conocido como Casa de la Tercia, es un bello palacete del siglo XVIII, que en tiempos recientes ha conocido diversos destinos (posada a comienzos del siglo XX y cárcel durante la guerra civil) hasta su adquisición por el Ayuntamiento en 1984 para su rehabilitación y uso como Casa de la Cultura.

 

Dentro de las colecciones que se exponen destacan las procedentes de los yacimientos  arqueológicos de Torreparedones, Izcar, Cerro de los Molinillos, Cerro del Minguillar y Torre Morana, que fueron importantes núcleos poblacionales en tiempos ibéricos y romanos. Ocupan un lugar de privilegio los vestigios del que fue santuario de Torreparedones, donde durante cientos de años se ofrendaron multitud de exvotos tallados en piedra. El elemento arquitectónico más característico del santuario, la columna sagrada de su cella, se ha reconstruido con algunas de sus piezas originales, constituyendo un atractivo principal del museo.

 

Torre Morana. En primer plano, murallas ibéricas. Detrás, la torre medieval.

 

 

Tras felicitar a José Antonio de la Morena por el excelente trabajo desarrollado, el grupo se encaminó a Torre Morana, uno de los yacimientos arqueológicos que circundan Baena. Tras una trabajosa ascensión a la cúspide del cerro, siempre envueltos por espléndidos paisajes, los asistentes tuvieron oportunidad de contemplar la airosa torre medieval que corona el lugar así como los lienzos de murallas ibéricas que lo fortificaban antes de que los romanos llegaran a estas tierras. Las casas, cuyos restos siguen enterrados, quizás fueron abandonadas durante las intensas crisis de los siglos III y IV, convirtiéndose el lugar en un despoblado en el que, desde entonces, han sido los lagartos los dueños y señores de estos parajes.

 

 

Las cisternas romanas de Monturque

 

Dirigidos por la arqueóloga Gloria Galeano Cuenca, los miembros del Seminario nos desplazamos el día 25 de septiembre a Monturque para conocer los vestigios del pasado que en ella se conservan.

 

La jornada comenzó con la visita a las cisternas romanas localizadas en el subsuelo del cementerio municipal. Catalogadas como Bien de Interés Cultural con categoría de Zona Arqueológica, constituyen uno de los monumentos más atractivos que la cultura romana nos ha legado en la provincia de Córdoba. Se trata de un conjunto de doce cámaras subterráneas cubiertas con bóveda de medio cañón, distribuidas en tres naves paralelas entre sí, estando cada nave formada por cuatro cámaras de planta rectangular dotadas de aberturas circulares en su parte superior.

 

Planta de las cisternas romanas de Monturque

 

Toda la construcción fue realizada en opus caementicium, siendo luego revestida, como es habitual en este tipo de trabajos, con opus signinum. En el extremo de una de las cámaras se sitúa una prolongación que alcanza los 28 metros y que termina, finalmente, en un pequeño pozo por el que se produciría el desagüe de las instalaciones.

 

Las cisternas, que fueron descubiertas en 1855 con motivo de una epidemia de cólera que hizo necesario ampliar el cementerio, tienen una superficie de 336 metros cuadrados y revelan la importancia de la población a la que se destinaba el abastecimiento de la masa de agua que las mismas eran capaces de almacenar.

 

Posteriormente, tras visitar el Museo Local y el yacimiento arqueológico de Los Paseillos, donde se ha excavado una interesante estructura de planta rectangular de carácter semisubterráneo (criptopórtico), que debió pertenecer a un edificio destinado al comercio (se encontraron multitud de fragmentos de ánforas, así como una inscripción consagrada a Mercurio), los asistentes nos desplazamos al solar del antiguo castillo, donde Gloria Galeano nos explicó con profusión de detalles los resultados de las excavaciones en él realizadas, en las que se ha llegado a alcanzar las cotas de la Edad del Bronce.

 

Terminada la visita, el grupo se desplazó a Aguilar de la Frontera. Allí, en el ambiente encantador de la bodega de "Casa Guillermo" se celebró un almuerzo en homenaje a Gloria Galeano, como reconocimiento a la especial dedicación y amabilidad con que había atendido a nuestro grupo durante la jornada.