SEMINARIO

CÓRDOBA ARQUEOLÓGICA

 

 

 

 

Actividades - Año 2000

 

Ildefonso Robledo Casanova

 

 

 

 

 

 

Argantonio, rey de Tartessos

 

Los miembros del Seminario "Córdoba Arqueológica" nos desplazamos a Sevilla el día 5 de marzo para visitar la exposición "Argantonio, rey de Tartessos", interesante muestra que recogía una amplia selección de documentos arqueológicos, maquetas y textos de la Antigüedad ofreciendo una atractiva visión de la misteriosa cultura tartésica. Entre los materiales expuestos (cerámicas, objetos de bronce, exvotos, etc.) sobresalían como piezas de excepción las integradas en el denominado "Tesoro del Carambolo", habitualmente bien custodiado y cuya reproducción se expone en el Museo Arqueológico sevillano.

 

Posteriormente, los excursionistas nos desplazamos al Museo de Bellas Artes, donde tuvimos oportunidad de contemplar una interesante muestra monográfica consagrada a Rodín. Muchas de las más importantes obras de este magnífico escultor francés pudieron ser disfrutadas por nuestros asociados.

 

Terminó la jornada con la visita a la "Casa de Pilatos", actual Palacio de los Duques de Medinaceli, que fue construida entre 1491 y 1533 por don Fadrique Enriquez de Ribera, primer Marqués de Tarifa, siendo una obra maestra del estilo plateresco, con fuertes influencias mudéjares y gótico-flamígeras. En el patio principal de la Casa se expone una gran estatua de Palas Atenea, obra supuestamente original de Fidias que los romanos se llevaron de Atenas como botín de guerra y que luego sería regalada por el Papa Pío V a don Pedro de Ribera, segundo Marqués de Tarifa, que también ostentó en su tiempo el cargo de Virrey de Nápoles. En el espléndido recinto, además, se conservan multitud de esculturas originales griegas, así la que representa a Dionisios, copias romanas de estatuas griegas y originales romanos, entre los que sobresale una colección de retratos de emperadores.

 

Los orígenes de esta importante colección arqueológica se remontan al siglo XVI y, según la tradición, los marqueses llegaron a traer de Roma las propias cenizas del emperador Trajano, nacido en Italica y cuyos restos se conservaban en los foros romanos, en la Columna de su propio nombre. Según Ortiz de Zúñiga, cronista del siglo XVII, "en su tiempo existía en la librería de la Casa de Pilatos la urna que en la Columna de Trajano, en Roma, contenía sus cenizas, que es fama haber venido en ella misma y, destapada de impertinente curiosidad por investigar lo que encerraba, fueron vertidas en el jardín".