SEMINARIO

CÓRDOBA ARQUEOLÓGICA

 

 

 

 

Actividades - Año 2002

 

Ildefonso Robledo Casanova

 

 

 

 

 

 

El Seminario "Córdoba Arqueológica", integrado dentro de la Vocalía de Arqueología de nuestra Asociación, viene realizando periódicamente desplazamientos a diversos parajes de nuestra provincia en los que el pasado nos ha legado vestigios arqueológicos de interés, pero que están situados en lugares de acceso difícil. Se trata, generalmente, de yacimientos enclavados en puntos a los que solamente se puede llegar tras haber realizado un recorrido de distancia variable a través de caminos de tierra o de senderos que, con más o menos dificultad, se adentran en el monte.

 

 

Esta actividad, que aglutina la práctica del senderismo con el estudio de los vestigios arqueológicos, permite que los integrantes del Seminario, a medida que van pasando los años, estemos pudiendo disfrutar con la contemplación de algunos de los más bellos paisajes que nuestra provincia atesora. Solo a modo de ejemplo, las excursiones por las Sierras Subbéticas en busca de antiguos recintos fortificados iberorromanos, nos han permitido, desde las alturas, gozar de panorámicas de intensa belleza.

 

 

La Mesa, Sierra de Córdoba

 

Dentro de ese programa anual de actividades, el día 11 de mayo de 2002, los miembros del Seminario nos desplazamos al yacimiento arqueológico de La Mesa, situado en la propia Sierra de Córdoba. La visita fue dirigida por Rafael Martínez Sánchez, del Área de Prehistoria de la Universidad de Córdoba, que en el número 9 de la revista de nuestra Asociación había publicado un interesante trabajo denunciando la destrucción y expolio sistemático que se viene produciendo en este hábitat de la Prehistoria reciente.

 

El Cerro de la Mesa está enclavado en el propio término municipal de Córdoba, en las primeras estribaciones de Sierra Morena, al Sur del Pico Torreárboles, iniciando una pequeña cadena de elevaciones situadas entre la loma de la ermita de Santo Domingo, al Oeste, y la llamada Loma de los Escalones, al Este. Se trata de un cerro amesetado en una de cuyas vertientes, la Oeste, se ofrecen a la vista unos impresionantes tajos calizos que lo hacen inaccesible por ese costado. El material recogido en superficie en este interesante yacimiento parece apuntar a que hubo de tener una cierta importancia dentro de la transformación de recursos minerales, entre ellos posiblemente el cobre, del que existen diversos criaderos a escasa distancia en dirección Norte, algunos de ellos explotados desde la Prehistoria.

 

 

No podemos sino destacar las impresionantes perspectivas que desde lo alto del cerro de La Mesa, que domina el cauce del arroyo Pedroche, se pueden disfrutar de la Sierra de Córdoba, con la imagen de la propia ciudad en la lejanía.

 

 

 

 

Fortines en el entorno de Luque

 

El día 20 de octubre los miembros del Seminario nos pusimos nuevamente en marcha y nos desplazamos hasta la antigua estación de ferrocarril de Luque. Queríamos estudiar dos conjuntos de casamatas militares que se sitúan en sus inmediaciones. La visita fue dirigida por Alfonso Sánchez, buen conocedor de estos campos, y por Ildefonso Robledo, que aportó diversa documentación sobre el modo en que la Guerra Civil de 1936 afectó a las poblaciones situadas en estos parajes fronterizos (Baena y Luque).

 

Tras la estabilización del frente en el mes de diciembre de 1936, esta zona situada en el entorno de Luque, muy próxima a la provincia de Jaén, fue fortificada en prevención de posibles ataques que pudieran provenir de las fuerzas que el Gobierno de la República mantenía fieles en nuestra provincia hermana.

 

Los conjuntos defensivos que íbamos a visitar eran dos, situados a ambos lados de la carretera Córdoba-Granada, a pocos cientos de metros de abandonar la estación de Luque. Cada uno de ellos, situado en lo alto de un cerro rodeado por mares de olivos, se estructura en torno a un recinto defensivo central, levantado en hormigón, del que parten conducciones subterráneas que comunican con diversos nidos de ametralladoras que vigilan prácticamente en todas las direcciones.

 

 

No resulta grato recordar trágicos acontecimientos como el de la Guerra Civil de 1936, pero lo cierto es que hoy, cuando esos terribles sucesos se han convertido en páginas de nuestra Historia, las construcciones defensivas que se alzan en el entorno de Luque constituyen un patrimonio más de nuestra provincia, que nos trae a la memoria unos momentos concretos de nuestro Pasado.

 

El entorno de Luque fue durante mucho tiempo frontera con el reino nazarita de Granada y sus construcciones defensivas medievales son, sin duda, un patrimonio de Córdoba. Estos fortines del siglo XX son, en ese mismo sentido, igualmente valiosos para el conocimiento de nuestra Historia más reciente. El interés paisajístico del entorno en que están enclavados resulta, además, de especial belleza, siendo de destacar, sobre todo, la sugerente y romántica estampa del castillo roquero de Luque y de la sierra que lo circunda.